Comensé como la mayoría: escuchando Onda Corta. Tenía el tiempo y el interes irracional por escuchar sonidos, cualesquiera que fuera su origen o prosedencia. Permanecia sentado por horas esperando que terminaran esos curiosos sonidos, venidos seguramente de algun teletipo (en aquellos años), de algún sistema RTTY (teleimpresoras)o simplemente escuchando señales telegráficas sin comprender nada en absoluto. Pero la motivación que me hacía permanecer alerta, era la idea de creer que en algún monento aparecería la voz de algún personaje ( no precisamente extraterrestre) manifestando el origen y procedencia de esos extraños sonidos. Tenía 12 años, el hombre llegaba a la luna en ese tiempo. Nace mi interés por la Radioafición y muchas cosas más. Cuando digo "muchas cosas más", pienso en la cantidad de amigos que me vieron caminar de allá para acá y para quienes yo representaba un tipo un tanto excentrico (en el mejor de los casos) o un tipo que no sabía lo que quería (en la mayoría de los casos). Estudié todo aquello que lograba satisfacer de alguna manera mi inquietud por CONOCER. Nunca contribuí con nada, nunca invente nada, solo he repetido lo que otros hicieron, descubrieron o calcularon. Así es que mi papel en este mundo se reduce a vivir lo menos frustrado posible y encontrar los espacios desde donde continuar "explorando". Apareció Internet y mi vida dió un vuelco inesperado. Todo aquello a lo que no tenía acceso, información, libros, cursos, monografías, diversidad, se encontraba en algun lugar de la Red y por un costo mínimo, comparado a la dificultad de adquirir un libro o encontrarlo. Se borraba una frontera y desde aquí podía aportar. La Radioafición ha sido una actividad (de ninguna manera un Hobby, como tienden a llamarlo los legos) desde la cual aprendí muchas cosas y le debo a su existencia y organización haber sobrevivido a grandes avatares y por sobre todo: me dió la posibilidad de encontrarme con la maravilla de la CREACION. Por medio de la Radioafición, intentando resolver mis dilemas, me acerqué a la Astronomía y de pronto sin pensarlo se dió el encuentro de ambas. Un Radioaficionado medio tiene potencialmente todo para extender su actividad más allá de las fronteras de la ionosfera, del satelite o la Luna: conocimientos tecnicos sobre equipos receptores, antenas, propagación, electrónica básica, etc. y oído (o capacidad de escuchar). Entrego aquí estímulos, ideas e información. Espero contribuir en algo. XQ2DWO

martes, 5 de abril de 2011

Karl G. Jansky y Grote Reber W9GFZ Pioneros de la Radioastronomia

Karl Guthe Jansky


(Oklahoma, 22 de octubre de 1905 - 14 de febrero de 1950) fue un ingeniero de radio estadounidense. Demostró que la radiación recibida a longitud de onda 14,6 metros no podía proceder del Sol, sino de otra fuente extraterrestre, más concretamente del centro de la Vía Láctea, en la constelación de Sagitario. En 1933 se publicó su hallazgo en el New York Times. Sin embargo fue asignado a otro proyecto en los Laboratorios Bell, donde trabajaba, y no pudo seguir investigando sobre esta radiación. Hoy en día, la unidad de brillo aparente de una estrella lleva su nombre: Jansky

(Foto superior: el primer Radiotelescopio construido por K.G. Jansky)

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W9GFZ... Grote Reber

El trabajo de Reber fue clave al repetir y perseverar en el trabajo precursor aunque sencillo de Karl G. Jansky consiguiendo el primer mapa celeste en las radiofrecuencias.


Reber nació y creció en Chicago y se recibió de ingeniero de radio en el Instituto Tecnológico de Illinois en 1933. Trabajó para varios fabricantes de radio de Chicago desde 1933 hasta 1947.


Era también un apasionado radioaficionado (W9GFZ) y astrónomo amateur. En 1933 conoció el trabajo de Jansky y descubrió su vocación, por lo que solicitó empleo en los Bell Labs, el entonces empleador de Jansky, pero en medio de la Gran Depresión no había interés en estas investigaciones ni vacantes disponibles. Reber decidió construir su propio radiotelescopio en el patio de su casa de Wheaton, un suburbio de Chicago. Su diseño fue considerablemente más avanzado que el de Jansky. Consistía de un espejo de metal parabólico de 9 m de diámetro, enfocado en un radioreceptor a 8 m sobre el espejo. El dispositivo, completado en 1937, estaba montado en un soporte inclinable que permitía apuntarlo en varias direcciones, aunque no girarlo.


Reber no obtuvo señales extraterrestre con su primer receptor, que operaba a 3300 MHz, ni con el segundo, operado a 900 MHz. Su tercer intento, a 160 MHz (1938), fue exitoso, confirmando el hallazgo de Jansky. En 1944 publica el primer mapa de radio de la Vía Láctea. Su actividad cartográfica durante la postguerra fue el disparador de la explosión en el interés por la radioastronomía. La teoría estándar de las emisiones de radio espaciales indicaba que se debía a la radiación de cuerpo negro que es emitida por todos los cuerpos calientes. Por lo tanto, se esperaba que la radiación fuera con preferencia de alta energía, debido a la presencia de estrellas y otros cuerpos calientes. Reber demostró, en cambio, que había una cantidad considerable de señales de baja energía. Sólo en los años 1950 se pudo explicar estas mediciones a partir de la radiación sincrotón, generada por electrones acelerados a velocidades cercanas a la de la luz por campos magnéticos.


Reber donó su telescopio al Observatorio Nacional de Radioastronomía y contribuyó con su reconstrucción en Green Bank (Virginia Occidental). Allí el instrumento fue montado en una mesa giratoria, permitiendo cualquier orientación deseada. También colaboró con una reconstrucción del telescopio original de Jansky. Pasó cuatro años trabajando para la Oficina Nacional de Estándares (el actual NIST, National Institute of Standards and Technology).


En los años 1950 quiso retomar su actividad pero el campo ya estaba cubierto con nuevos instrumentos más grandes y más caros. Volvió entonces su atención a las señales de radio de muy baja frecuencia, un área entonces bastante descuidada como hoy en día. Como estas señales son filtradas por la ionosfera terrestre, Reber se desplazó a Tasmania buscando un lugar más propicio para realizar sus observaciones en momentos de baja actividad solar. Allí murió en 2002. Aunque el primer mapa con un radio contorno del universo radioeléctrico observable con su radiotelescopio, mostrando el intenso ruido proveniente de las regiones cercanas a la constelacioes del Cisne, Casiopea y el centro de la galaxia en Sagitario, fue publicado en el Astrophysical Journal de 1944 su publicación despertó poco interés de la comunidad astronómica de entonces.


La falta de apoyo a su trabajo e interés en construir un radiotelescopio mayor dejó en él una mala opinión acerca de la comunidad científica.


(Foto Superior: El Radiotelescopio construido por Grote Rebel)